¿En qué consiste el mommy makeover?

El embarazo y el parto suponen unos cambios profundos en el cuerpo de la mujer, que pueden experimentar malestar al ver como a pesar del ejercicio físico y una alimentación saludable, hay aspectos de su figura que se resisten a volver a su estado anterior.

​Cada vez más las mujeres recurren a la ayuda de la cirugía estética para recuperar la figura anterior al embarazo o incluso mejorarla.

El mommy makeover es un procedimiento que permite en una sola intervención o en varias sucesivas, tratar de forma conjunta aquellas zonas más afectadas como el pecho, el abdomen y el contorno de la figura. Este conjunto de tratamientos incluyen la abdominoplastia o mini- abdominoplastia, que ayuda eliminar los pliegues de piel y grasa así como a tensar los músculos de la pared abdominal; la cirugía de pecho para elevar, aumentar o reducir su volumen y, la liposucción, con la cual se puede tratar el exceso de grasa en zonas como la cadera, muslos y abdomen.
 

¿Cuál es el mejor momento para someterse a esta intervención?

Teniendo en cuenta que el cuerpo necesita de un período de recuperación tras los embarazos, donde todos los músculos y la piel vuelven a su sitio,  es conveniente esperar un mínimo de 6 meses después de la última gestación o del período de lactancia. También es recomendable haber alcanzado un peso óptimo y mantenerlo con una alimentación equilibrada y ejercicio, para no comprometer los resultados de la intervención.

Tratamientos implicados en el mommy makeover

La cirugía de pecho
El pecho es una de las áreas que más transformación experimenta con el embarazo y la lactancia, con cambios producidos en el volumen de grasa y tejido muscular que conllevan a la flacidez y caída del mismo, junto con aquellos ocasionados con frecuencia en los pezones y areolas. Así, podemos recurrir a una mastopexia para elevar el pecho caído junto con implantes si se desea aumentar o rellenar el vacío dejado (mamoplastia de aumento). Esto implica también un reposicionamiento de los pezones y muchas veces la reducción de la areola.

La abdominoplastia o cirugía de abdomen
Durante el embarazo se produce una distensión abdominal que luego puede transformarse en un exceso de piel y grasa que no suele desaparecer con dieta y ejercicio. Con la abdominoplastia se pueden tensar los músculos de la pared abdominal para obtener un abdomen plano y una cintura más estrecha. Dependiendo del exceso de piel y abombamiento se necesitará de una abdominoplastia completa que comprende una cicatriz más amplia junto con una remodelación y reubicación del ombligo una vez tensada la piel abdominal o una mini-abdominoplastia que requiere de una incisión más pequeña, en caso de que el abombamiento sea menor y el exceso de piel sea sólo debajo del ombligo. Con la abdominoplastia también se pueden reparar las pequeñas hernias que se hayan podido producir durante la gestación, ocultar todas o parte de las estrías e incluso reemplazar la cicatriz de una cesárea al quedar ésta oculta tras la nueva cicatriz más fina.

La liposucción
Esta técnica de contorno de la figura, permite deshacerse del exceso de grasa que suele acumularse mayormente en el abdomen, muslos y caderas durante el embarazo. Se realiza con una cánula por efecto de succión.
El tiempo de intervención del mommy makeover suele ser entre 1 y 4 horas dependiendo de la extensión y los tratamientos efectuados.

¿Qué debe tenerse en cuenta?
Es importante considerar que el someterse a estas intervenciones de forma conjunta o de forma programada en serie, supondrá un postoperatorio más importante que suele extenderse entre 1 a 4 semanas aproximadamente dependiendo de los tratamientos realizados. Los primeros días es conveniente contar con el apoyo familiar ya que la movilidad se encuentra reducida y no se podrá realizar esfuerzos. Contar con este apoyo hará que la recuperación sea más satisfactoria.
El tiempo de reincorporación al trabajo y la rutina habitual puede comprenderse entre 1 y 4 semanas, también dependiendo de los procedimientos realizados. Se aconseja no realizar esfuerzos físicos durante un mes.
Los resultados, aunque se pueden apreciar inmediatamente, se podrán valorar en su totalidad pasados unos meses.
El especialista podrá resolver todas las dudas asociadas a la intervención y a cada caso en particular para aconsejar el mejor tratamiento posible y con los mejores resultados.